Historia del cáñamo
El cáñamo útil (no hay que confundirlo con su pariente, el Cannabis indica) es originario de Asia central y sus fibras y semillas se llevan utilizando desde hace 8000 años. A los romanos les encantaban estas semillas y las comían recubiertas de miel, como si fueran peladillas. Actualmente, se consumen en forma de harina, de aceite, de cerveza…
Ventajas nutricionales
Dentro de estas semillitas negras se esconde todo un tesoro nutricional: los omega-3. Se trata de unos ácidos grasos llamados «esenciales», pues nuestro organismo no sabe fabricarlos y es preciso aportárselos a través de los alimentos que consumimos. La relación de ácidos omega-6 y omega-3 del cáñamo es de 5:1, de manera que se aproxima mucho a la proporción recomendada para la salud humana (4:1). Sin embargo, en nuestra alimentación esa relación es de 20:1, así que el consumo de productos a base de cáñamo contribuye a equilibrar nuestra ingesta de ácidos grasos esenciales.
¿Para qué sirven los omega-3?
Estos ácidos grasos esenciales participan en numerosos e importantísimos procesos fisiológicos: intervienen en cualquier edad de nuestra vida en la constitución y la integridad de las membranas celulares, en el funcionamiento cardiovascular, del cerebro y del sistema hormonal…
Aunque nuestra alimentación nos proporciona los suficientes ácidos omega-6 (que encontramos en los aceites de girasol, maíz, semillas de uva…), suele ser pobre en omega-3 o incluso insuficiente en la mayoría de personas. De ahí la importancia de consumir alimentos que los contengan, tales como los pescados grasos, que convendría incluir en nuestros menús al menos 2 veces por semana (salmón, sardinas, caballa, atún, fletán, arenques), algunos aceites vegetales que deberíamos consumir a diario (en particular el de colza, nuez, lino, soja, cáñamo o germen de trigo, preferentemente como aliño o cocinados a temperaturas suaves, pues estos ácidos grasos son muy sensibles al calor), así como alimentos como las nueces, los postres delicias de cáñamo de Sojade, las semillas de lino o de chía…
Nuestra experiencia con el cáñamo
El cáñamo se siembra en mayo y se recoge a finales de septiembre. Tiene un crecimiento muy rápido: una planta de cáñamo puede alcanzar de 2,5 a 3,5 m de altura. Es una planta rústica particularmente resistente que necesita pocos cuidados y, por tanto, es apta para los cultivos ecológicos. Su biomasa permite almacenar una cantidad importante de carbono y sus cultivos constituyen una reserva de biodiversidad muy parecida a la del medio forestal, puesto que en ellos se protegen especies de insectos ecológicamente frágiles.
Los beneficios para nuestro planeta
El cáñamo respeta la biodiversidad. Los cultivos de cáñamo pueden alcanzar hasta 4 metros y alojan a numerosas especies de insectos. Como beneficio adicional, esta planta captura el CO2. Una hectárea cultivada con cáñamo captura tanto CO2 como una de bosque (15 toneladas).
El cáñamo es una planta ecológica por excelencia. Su cultivo apenas necesita mantenimiento, pues se trata de una planta rústica especialmente resistente y, por tanto, se adapta muy bien al cultivo ecológico.

